“Entonces dijo Elías a Acab: «Sube a comer y a beber, porque ya suena gran ruido de lluvia». Y subió Acab a comer y a beber. Elías subió a la cumbre del Carmelo y se postró en tierra, poniendo el rostro entre las rodillas; y dijo a su siervo: «Sube y mira hacia el mar». Subió él, miró y dijo: «No se ve nada». Elías le dijo: «Vuelve a hacerlo siete veces». Y a la séptima vez dijo el siervo: «Veo una nubecilla como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar». Él le dijo: «Ve y dile a Acab: Unce y baja, no te lo impida luego la lluvia». Y en esto se cubrió el cielo de nubes, sopló el viento y cayó gran lluvia. Subió Acab y vino a Jezrael. Fue sobre Elías la mano de Yavé, que ciñó sus lomos, y vino corriendo a Jezrael delante de Acab.” (Reyes 18, 41-46).
El carisma del carmelo hunde sus raíces en el Antiguo Testamento y se centra en torno a la figura del Profeta Elías, “el Profeta del Nuevo testamento”. El vínculo entre el profeta Elías y el Carmelo, entre Elías y la vida religiosa, lo manifestaron los Padres Griegos y Latinos, y Santiago de Vitry los designó como "imitadores del santo varón y solitario Elías profeta", en el Monte Carmelo..., cerca de la fuente apellidada de Elías. También en la Rubríca Prima de las Constituciones se afirma su descendencia de los Padres tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, quienes habitaron desde el tiempo de Elías y de Eliseo en el Monte Carmelo "para la contemplación de las cosas celestiales".
Sería a mediados del siglo XII, cuando un grupo de cruzados, penitentes y peregrinos llegados a Palestina, viendo la maravillosa topografía del Monte Carmelo, tan apto para la contemplación, decidieron quedarse allí y se entregaron sin reservas a imitar la vida del Profeta de Fuego, tal como la describían los libros de los Reyes, a base de la tradición monástica, porque el lugar les ayudaba a "fabricar la miel dulcísima de la contemplación".
Como en tantas otras órdenes, los carmelitas nunca se llamaron elianos, pues tomarán el nombre, no del Fundador, sino del lugar donde nacen.
Mª José García Fernández
Secretaria